Rosquillas de palo
Esta receta elaboramos las clásicas rosquillas de palo, que son típicas de la región de Castilla y León. Estas deliciosas rosquillas tienen una larga tradición y solían ser elaboradas especialmente durante la época de Pascua, aunque hoy en día se pueden disfrutar en cualquier momento del año.
Las rosquillas de palo se presentan en diferentes formas y tamaños, siendo la más común la redondeada con forma de "O" y un diámetro aproximado de 12 centímetros. Se distinguen por tener una superficie brillante y dorada, gracias al baño de huevo al que son sometidas.
Estas rosquillas tienen una textura dura y compacta, lo que las hace adherirse un poco a los dientes y pueden resultar un poco difíciles de tragar. Su sabor destaca por la presencia marcada de anís, y no son excesivamente dulces, equilibrando así su perfil de sabores.
Ingredientes
- 10 huevos
- 300 gr de azúcar
- 1200 gr de harina
- 160 ml de aguardiente
- 130 gr de manteca de cerdo
- 25 gotas de esencia de anís
Como hacer rosquillas de palo
- Empezamos separando las yemas de las claras de 5 huevos. Guardamos las claras para utilizarlas más adelante en diferentes recetas.
- En un bol ponemos las 5 claras, 5 huevos enteros y el azúcar, y mezclamos a una velocidad baja hasta que el azúcar se haya disuelto por completo.
- Añadimos la mitad de la harina y mezclamos durante un minuto para luego incorporar la manteca ablandada, el aguardiente y la esencia de anís.
- Proseguimos amasando mientras incorporamos gradualmente el resto de la harina hasta lograr una masa uniforme y bastante firme, que no se adhiera fácilmente a los dedos.
- Envolvemos la masa con film plástico y la dejamos reposar durante al menos una hora, permitiendo que el gluten se relaje.
- Una vez transcurrido el período de reposo procedemos a refinar la masa utilizando un rodillo. Para ello, ejercemos presión al extender la masa hasta obtener un grosor deseado.
- Luego, la doblamos en tres partes, como si fuera una carta. A continuación, giramos la masa un cuarto de vuelta y la volvemos a doblar en tres partes, o bien, podemos enrollar la tira de masa en forma de cilindro.
- Es momento de dar forma a las rosquillas, para ello tomamos porciones de 60 gramos de masa y las amasamos sobre la superficie de la mesa para formar un cilindro largo y delgado.
- Luego, unimos los extremos del cilindro para darle forma de rosquilla. Es importante que las rosquillas tengan un diámetro aproximado de 12 centímetros.
- Vamos colocando las rosquillas en una bandeja de horno que previamente hemos forrado con papel de hornear.
- Después de haber dado forma a las rosquillas, las pincelamos con una mezcla de yema de huevo diluida en un poco en agua para proporcionarles un acabado brillante.
- Introducimos las rosquillas en el horno precalentado a 200 grados, calor arriba y abajo, durante 25 minutos.
- Una vez observemos que las rosquillas adquieren un dorado adecuado, las retiramos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla.