Patatas a la aragonesa
En esta receta elaboramos patatas a la aragonesa, un plato típico de la gastronomía de la región española de Aragón. No se conoce con certeza el origen de este plato, pero se cree que se desarrolló en Aragón a mediados del siglo XIX.
Se popularizó durante la Guerra Civil Española cuando se convirtió en un plato económico y nutritivo muy apreciado por su sencillez y por el hecho de que podía ser elaborado con ingredientes fácilmente disponibles.
Índice de la receta
Ingredientes
- 6 patatas
- 3 dientes de ajo
- 1 cebolleta
- 1 cucharada de harina
- 250 ml de caldo de carne
- 4 huevos
- Perejil fresco
- Aceite de oliva
- Sal
Como hacer patatas a la aragonesa
- Retiramos la piel de las patatas, las enjuagamos y procedemos a cortarlas en rebanadas de alrededor de un centímetro de grosor. Luego, añadimos sal a las patatas.
- En una sartén calentamos aceite a fuego alto hasta que comience a burbujear sin llegar a humear.
- Añadimos las patatas a la sartén y reducimos el fuego a la mitad para que se cocinen a fuego lento para que queden blandas. Después de freírlas, las escurrimos de aceite y las reservamos.
- Retiramos la piel de 2 dientes de ajo y los cortamos en laminas. De la misma manera, cortamos la cebolleta en trocitos pequeños.
- En otra sartén vamos a saltear con aceite los ajos y la cebolleta. Lo hacemos a fuego lento para evitar que se quemen, dejando que se cocinen lentamente hasta que la cebolleta comience a ablandarse y volverse transparente.
- En ese punto, agregamos harina y mezclamos cuidadosamente para evitar la formación de grumos.
- Una vez que la harina esté dorada, vertemos un vaso de caldo de carne y lo cocinamos todo durante unos 5 minutos, hasta que espese y forme una salsa.
- Añadimos las patatas a una cazuela o tartera, vertemos la salsa que hemos preparado encima y luego rompemos los huevos sobre la mezcla. Cubrimos la cazuela y dejamos que se cocine durante unos 2 o 3 minutos a fuego suave.
- Finalmente, en un mortero machacamos un diente de ajo junto con un poco de perejil fresco y una pizca de aceite. Añadimos la mezcla resultante a la cazuela y servimos.